Cómo trabajar los límites con los niños mediante la creatividad y el juego

Esta semana os proponemos una dinámica qué ayuda a comprender la importancia de los límites.

Normalmente la palabra “límite” tiene una connotación negativa: algo que limita es algo que te impide, que compromete tu libertad pero no es siempre así.

Muchos hijos rechazan los límites de sus padres por sentir que pierden libertades del mismo modo muchos padres son reacios a poner límites firmes a sus hijos pensando que les hacen algo malo, que están siendo malos padres y que no quieren coartar la libertad del niño.

Límites - Foto 1

Un límite es también algo que nos protege, que nos delimita y por lo tanto nos da un espacio, que nos posibilita. El límite es también la superficie de contacto entre dos cosas, no tiene por qué ser entendido como algo que separa sino también como algo que une dos realidades sin el peligro de que se fusionen y se confundan entre sí, un límite sirve para mantener la esencia y diferenciación de cada uno.

Un límite también puede ser entendido como sujeción, un borde al que agarrarnos para no caer, imaginad una piscina, si no tuviera limites, un bordillo en el que agarrarnos en algún momento, podría ser peligroso y acabaríamos ahogados cuando perdiésemos las fuerzas para seguir nadando.

El primer limite y espacio seguro que poseemos cuando llegamos al mundo y que nos acompaña siempre es nuestro propio cuerpo, los límites de nuestra piel nos separan del exterior, nos limita y define, nuestro contorno nos diferencia del resto de cosas.

Pensemos a un nivel más microscópico, pensad en una célula, la membrana exterior es su límite, la membrana está separando dos medios acuosos, si perdiera la membrana, el líquido interior y exterior se confundiría con lo de fuera, la célula desaparecería porque no podemos distinguirla ya.

Os proponemos explorar esto con vuestros hijos de una manera muy visual y divertida. Para esta dinámica necesitareis:

  • Platos de plástico
  • Pinturas
  • Pinceles
  • Agua
  • Cuerdas, gomillas, plastilina
  • Purpurina

Ahora vamos a crear nuestra propia célula!

  • Se llenan los platos con agua (apenas 5 ml de altura bastará)
  • Se crea la membrana de la célula con cuerda atada, una gomilla etc. Cada uno podéis ir probando el material que mejor funciona como membrana, como límite, la idea es observar la importancia de fijar un límite lo suficientemente bueno para que todo lo del interior de la célula no se expanda fuera.
  • Una vez que elijáis la membrana, decorad el interior con pintura o acuarela, se le añaden los gránulos, lo que cada uno quiera con los materiales que tiene.
  • ¿Habéis conseguido proteger a vuestra célula? Ahora como último paso vamos a observar que ocurre cuando perdemos los límites, retirad la membrana y observar qué ocurre, sed pacientes y observad, todo lo que estaba en el interior se expande. La célula pierde su forma, se mezcla con el resto y desaparece.
  • Reflexionad en familia que habéis aprendido de esta actividad,
  • ¿ha cambiado la visión que teníais sobre los límites?

Espero que os haya gustado la dinámica y si os atreveis a probarla compartid en redes vuestras células, estaremos ansiosos por verlas y daros un feedback.

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